Lunes 21 de Mayo de 2012 22:55
LOS DOMINGOS DE DIAZ RANGEL
Mejora la economía
Casi a la misma hora del jueves cuando se entregó a una alumna de un colegio de Maripérez, aquí en Caracas, la computadora “Canaima” N° 1.600.000, recibía una familia de exrefugiados la vivienda N° 200.000 en Nuevo Barrio de Macarao, construida dentro del Plan Más Vivienda, iniciado el año pasado
Ustedes pueden establecer la relación que quieran entre ambos hechos, por ejemplo, recoger la frase de uno de los alumnos de esa unidad educativa: “Cuando el Presidente promete algo siempre lo cumple”; yo me voy a limitar a comentar la construcción como el factor fundamental del incremento del PIB en el primer trimestre de este año.
Lo hago porque cuando se anunció, escribí que “en el cumplimiento de ese plan se jugaba Chávez la reelección”, pues debía estimular actividades económicas complementarias, y, por supuesto, el empleo. Sin embargo, me sorprendió que en septiembre de 2011 la construcción apenas tuvo recuperación: el PIB fue de 3,6, y el de la construcción del sector público sólo fue de 1,9; mientras el del sector privado bajó en 8,4. Inexplicable. Me referí al eventual déficit de cabillas y cemento. Pero eso es pasado.
Acaban de divulgarse las cifras del PIB en el primer trimestre de este año, superiores a las estimaciones internacionales, que la calcularon en 5. Fue un poco más lejos: 5,6%, el sexto semestre consecutivo en alza. Ahora bien, lo importante es que el gran impulso se lo dio la construcción, que tuvo 29,6% de crecimiento. La producción de cemento, como era lógico, también subió 15,8% y se supone que algo similar ocurre con la cabilla. En cuanto a los bloques, acaba de inaugurarse una empresa mixta en Guarenas que ya está produciendo 4 mil bloques por hora, y calculan que en lo que resta de año la producción será de 10 millones.
El ministro Giordani y el presidente del BCV, Nelson Merentes, se mostraron muy optimistas cuando anunciaron esas cifras. Como la inflación ha bajado de manera significativa, Merentes dijo que “teníamos tiempo que en Venezuela no crecíamos con una desaceleración de la inflación”, mientras Giordani declaraba: “La inversión pública ha tenido un papel importante en la capacidad productiva del país: esto lo observamos en los indicadores del primer trimestre, y es una referencia de lo que vendrá en los próximos meses”.
Observé, sin embargo, algunas cifras preocupantes que no tuvieron explicación. Primero, el enorme incremento de las importaciones que hace el Gobierno, pues según el BCV fue de 64,1% para llegar a 13 mil 190 millones de dólares (en 2011 fue de 8.883 millones), mientras simultáneamente se estancaba o reducía la producción de esos bienes, casi todos alimentos. Nada buena esa disparidad, y que sean necesarias tantas divisas para cubrir un déficit que ha venido creciendo.
Cómo desearíamos que al término del segundo semestre, cuando nos anuncien nuevo crecimiento del PIB, y el impulso que le sigue dando el Plan Vivienda, también se nos hable de esos indicadores negativos.
Lo hago porque cuando se anunció, escribí que “en el cumplimiento de ese plan se jugaba Chávez la reelección”, pues debía estimular actividades económicas complementarias, y, por supuesto, el empleo. Sin embargo, me sorprendió que en septiembre de 2011 la construcción apenas tuvo recuperación: el PIB fue de 3,6, y el de la construcción del sector público sólo fue de 1,9; mientras el del sector privado bajó en 8,4. Inexplicable. Me referí al eventual déficit de cabillas y cemento. Pero eso es pasado.
Acaban de divulgarse las cifras del PIB en el primer trimestre de este año, superiores a las estimaciones internacionales, que la calcularon en 5. Fue un poco más lejos: 5,6%, el sexto semestre consecutivo en alza. Ahora bien, lo importante es que el gran impulso se lo dio la construcción, que tuvo 29,6% de crecimiento. La producción de cemento, como era lógico, también subió 15,8% y se supone que algo similar ocurre con la cabilla. En cuanto a los bloques, acaba de inaugurarse una empresa mixta en Guarenas que ya está produciendo 4 mil bloques por hora, y calculan que en lo que resta de año la producción será de 10 millones.
El ministro Giordani y el presidente del BCV, Nelson Merentes, se mostraron muy optimistas cuando anunciaron esas cifras. Como la inflación ha bajado de manera significativa, Merentes dijo que “teníamos tiempo que en Venezuela no crecíamos con una desaceleración de la inflación”, mientras Giordani declaraba: “La inversión pública ha tenido un papel importante en la capacidad productiva del país: esto lo observamos en los indicadores del primer trimestre, y es una referencia de lo que vendrá en los próximos meses”.
Observé, sin embargo, algunas cifras preocupantes que no tuvieron explicación. Primero, el enorme incremento de las importaciones que hace el Gobierno, pues según el BCV fue de 64,1% para llegar a 13 mil 190 millones de dólares (en 2011 fue de 8.883 millones), mientras simultáneamente se estancaba o reducía la producción de esos bienes, casi todos alimentos. Nada buena esa disparidad, y que sean necesarias tantas divisas para cubrir un déficit que ha venido creciendo.
Cómo desearíamos que al término del segundo semestre, cuando nos anuncien nuevo crecimiento del PIB, y el impulso que le sigue dando el Plan Vivienda, también se nos hable de esos indicadores negativos.
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